jueves, 26 de octubre de 2017

Un grande...y libre

Fernando Amorebieta
Fernando Amorebieta mola. Es un tío con carácter y espíritu aventurero. Tiene todo lo que el resto de ciudadanos de a pie quisiéramos tener. Pese a ser español de adopción y desarrollar su carrera profesional en España (en las categorías inferiores del Athletic Club), Fernando decidió defender la camiseta de la selección de Venezuela, su país de nacimiento. Amorebieta jugó en Inglaterra antes de regresar al Sporting de Gijón tras su paso por el Athletic y decidió hacer las Américas. El verano pasado cruzó el charco para jugar en un grande de América, nada más y nada menos que Independiente de Avellaneda, el rey de copas. Fernando salió de su zona de confort y se la jugó. Podría haberse acomodado en la liga española pero cogió la mochila y fue a recorrer mundo. ¡Que envidia, quien pudiera tener ese espíritu de aventura!
Esta ilustración la hice hace tiempo, cuando defendía los colores del equipo asturiano. Me gustó la pose que tenía en una fotografía en la que se le veían los tatuajes del brazo. Aproveché el gesto de su cara para jugar con los colores de las banderas española y venezolana (¡y mira que no me gustan las banderas!). El tipo parece estar dudando, está dubitativo. La ilustración de Fernando está hecha a lápiz y tinta. Con Adobe Illustrator retoqué las líneas, y apliqué color y sombreado. Las banderas las coloqué con Illustrator directamente una vez finalizado el trabajo del futbolista. Lo que me gusta de trabajar con este programa es que luego puedo editar la ilustración (en este caso) de una manera bastante rápida y sencilla. Aunque me gusta este método de trabajo, también me gusta trabajar con acuarelas y rotuladores pero no dejan mucho margen de error a no ser que Photoshop me eche una mano. ¡Hasta la semana que viene!

jueves, 19 de octubre de 2017

Carlos I de Liniers y III de La Boca

Carlos Bianchi
Argentina, como muchos otros países latinoamericanos, rinde un culto a veces exagerado a sus próceres. Cada país tiene los suyos propios a los que adora hasta el punto de tener un himno propio o adornar cada despacho oficial con su retrato. Así, Venezuela tiene a Simón Bolívar, Uruguay a José Artigas o Chile a Bernardo O'Higgins. ¿Y Argentina? Argentina tiene a Manuel Belgrano, José de San Martín y Carlos Bianchi. Si, si, ha leído bien, Carlos Bianchi. El entrenador bonaerense se ha ganado el derecho a ser reconocido como prócer de la nación. Méritos tiene y bien merecidos. Con su querido Vélez Sarsfield logró, como entrenador, la única Copa Libertadores del club y con Boca Juniors consiguió ni más ni menos que tres Copas Libertadores. Eso le convierte, con toda justicia, en uno de los mejores entrenadores americanos de la historia. Su paso por el viejo continente es otra historia, pero hoy hablamos del prócer, del personaje adorado en Argentina.
La ilustración es un montaje de la cara de Bianchi con el cuerpo de José de San Martín en uno de sus más famosos retratos. Los colores de la bandera argentina cambian por el azul y oro de Boca Juniors. Para darle el estilo clásico ilustré la composición con acuarelas y lápiz, dejando el uso de tinta negra tan solo para pequeños detalles de la vestimenta. Aunque por el escaneado no se aprecia, los remates de la ropa los pinté con tinta dorada para darle mas pompa al retrato. El pelo lo hice con lápiz de punta dura y portaminas trazando la dirección para darle forma y volumen. En la parte izquierda de la ilustración apliqué un poco de sombreado con acuarelas para destacar la parte derecha, donde mira el personaje. Una vez escaneada la ilustración le hice unos retoques mínimos de color y contraste con Adobe Photoshop.

jueves, 12 de octubre de 2017

Los parásitos

Mino Raiola
Un parásito es un ser que se alimenta de las sustancias que elabora un ser vivo de distinta especie, viviendo en su interior o en su superficie, con lo que suele causarle algún daño o enfermedad. O eso es lo que dice Google si "googleas" la palabra parásito. Aplicado al mundo del fútbol, ¿que es un parásito? Creo que la respuesta está clara, los representantes de los futbolistas. Estos personajes nacieron hace años, cuando el fútbol se fue profesionalizando cada vez más y el dinero comenzó a moverse a lo loco. Estos parásitos buscan que sus jugadores generen más y más pasta a base de lo que haga falta: traspasos, mejoras de contrato, publicidad o lo que sea. Todo vale para ganar dinero. En la ilustración, el archiconocido Mino Raiola, que pasó de pizzero a representar a gente como Pogba o Ibrahimovic. Casi nada para él. Estos representantes sacan el máximo jugo a sus representados y cuando se secan, pasan a la siguiente presa. El juego nunca acaba. La banca nunca pierde.
La ilustración tenía que tener aires de "padrino", de alguien que mueve dinero a veces de manera turbia. La mano sobre el personaje, sacada del cartel de la película El Padrino, es un símbolo más que evidente de lo que representa este gremio. Incluso el nombre del representante está escrito en la ropa con la tipografía de la famosa película. Unos billetes de colores asoman por el bolsillo del chandal. El personaje va con esa ropa para darle un aire un poco "cutre", de nuevo rico que ha amasado fortunas en poco tiempo a base de chanchullos y triquiñuelas. 
El proceso de trabajo es como el de anteriores ilustraciones. Dibujo a lápiz con una imagen de referencia exagerando algún rasgo de Raiola (la lengua y la papada, la ropa y la pose de lado). Tras escanear el dibujo modifiqué los trazos con Adobe Illustrator para darle más volumen y realismo. El sombreado también ayuda a darle profundidad y volumen al trabajo.

jueves, 5 de octubre de 2017

Ser un MVP

Taylor Twellman
Hasta que fui bastante mayor, y pese a ser un amante del fútbol desde bien pequeño, no supe lo que quería decir MVP. Pensaba que se trataba de un patrocinador, el mote de algún jugador o una posición de algún jugador en concreto. No se, estaba confundido. Hasta que no recuerdo como me enteré de que quería decir Most Valuable Player (en inglés, jugador más valioso). ¡Vaya lío! Estaba acostumbrado a ver los premios Chamigo en Argentina o algún que otro premio en torneos internacionales. Entonces descubrí que los americanos, que tienen mucha visión comercial, lo utilizan en casi todos sus deportes como una forma de incentivar a los participantes y captar la atención de los espectadores. Pues si, también lo aplican al fútbol (o soccer, que le llaman por allí).
La historia de la liga americana, que no es muy larga, tiene su salón de la fama con sus respectivos MVP año tras año. Fue allá por el año 2005 en el que Taylor Twellman fue MVP de la liga. En uno de mis viajes a EEUU conseguí una camiseta de los New England Revolution de Boston con su nombre. Me hizo ilusión tener una camiseta así, era una rareza en Europa.
Analizando la ilustración, sigue la dinámica de la de la semana pasada, la de Ronaldo. Una ilustración con el proceso ya comentado de lápiz, tinta, escáner e Illustrator. En esta ocasión, quise hacer una ilustración de cuerpo entero. Esta forma parte de una serie de jugadores históricos de la MLS, la liga de fútbol americana, y buscando en el historial encontré a ciertos futbolistas que quise homenajear ilustrándolos. La posición del futbolista me resultaba cómica y a la vez un pequeño desafío para ilustrar. Desconozco si es la celebración de un gol o un gesto durante el partido (me inclino por lo primero) pero el cuerpo en una postura tan extraña me cautivó, incluso el gesto en la cara y ese dedito acusador. Así es como quise ilustrar a un MVP de la MLS.