jueves, 31 de agosto de 2017

Míchel, Míchel, Míchel,...

Míchel y Carlos Valderrama
Sobre artimañas, malas (o buenas) artes y demás triquiñuelas para ganar hemos hablado anteriormente en este blog. Pero siempre es algo que da mucho juego para hacer ilustraciones. Casi cualquier personaje y situación me inspira para dibujar el mundo del fútbol. Han habido situaciones puntuales que siempre me han rondado la cabeza y que tenía en mente retratar. Para la de esta semana, que os resultará conocida a muchos de vosotros, os voy a poner en situación. 
Corría la temporada 1991/92 y en el Real Valladolid de España jugaba un grupo de talentosos colombianos: René Higuita, Leonel Álvarez y Carlos Valderrama, dirigidos por Pacho Maturana. El equipo debía jugar contra el Real Madrid en el Bernabéu. Todo un desafío. Durante un lance del partido (creo recordar que era un saque de esquina) las cámaras de televisión captaron una escena chocante. El centrocampista Míchel, del Real Madrid, comenzó a manosear la entrepierna de Valderrama ante la insólita mirada del colombiano, que se mostraba tan sorprendido que no sabía ni que hacer. El gesto de Míchel, con cara de estar esperando el bus, daba un aire surrealista a la escena. 
Años más tarde, el español explicó que aquello ocurrió por el típico "pique" entre futbolistas durante el partido, en el que varios futbolistas se amenazaban los unos a los otros con tocarle los huevos al rival. Míchel llevó el desafío a otro nivel y cumplió su promesa ante la mirada de propios y extraños.
En una época en la que las cámaras de televisión se encargaban de mostrar el partido y poco más, los espectadores tuvimos la "suerte" de haber podido ver la cómica escena en vivo y en directo. De haber pasado hoy, habríamos tenido mil tomas diferentes de televisión y un micrófono pegado a ellos para captar cualquier comentario.
El fútbol puede ser muy divertido y espectacular, y también, como hemos visto, extraño y cómico. Todo sirve para ganar, incluso utilizar estas raras artes. Tras la escena, de la que ya han pasado más de 25 años, al bueno de Míchel las hinchadas rivales le siguen cantando aquello de "¡Míchel, Michel, Míchel, maricoooooon!". Y Míchel, como buen tipo que es, se lo sigue tomando a broma. Un grande.

La ilustración está realizada inspirándome en la famosa escena. La técnica es acuarela para definir los colores y portaminas y tinta para perfilar los bordes. Con Adobe Photoshop, tras escanear el trabajo, le di un pequeño retoque de contraste y color.

jueves, 24 de agosto de 2017

Rey de Copas

Guti
El fútbol, como muchas otras áreas de trabajo, se ha ido profesionalizando en muchos países. Aunque sigue siendo un hobby y hay quienes lo practican de manera esporádica y a nivel amateur, hay gente que ha hecho del fútbol su profesión. Es todo un privilegio el poder practicar el deporte que te gusta y que además te paguen por ello. Está claro que no todos los profesionales son igual de buenos ni cobran lo mismo, como en cualquier otro trabajo. Pero los privilegiados que están en el grupo de los muy bien pagados son quizás a los que más miramos con lupa, intentado encontrar la perfección en ellos. Queremos y exigimos que sean profesionales desde que se despiertan. Entendemos que alguien que vive de su cuerpo y de su (supuesta) buena forma física debe de hacer todo lo posible por mantenerse en forma. Somos hinchas y tenemos el derecho (y el deber, que diría Homer Simpson) de criticarles y echarles en cara cualquier conducta inapropiada. Ejemplos hay y muchos. 
Romario, Maradona, Ronaldinho, Cassano, Parejo o Guti forman parte de ese grupo de futbolistas golfos, noctámbulos y, en algún que otro caso, mujeriegos. Tipos frecuentes en los bares y discotecas de su ciudad de acogida temporal, han sabido montarse juergas de las buenas con el riesgo que supone para su buen estado de forma. Aún así, han habido jugadores, como Romario, que reconocían abiertamente que sin su noche de farra no podían rendir bien el día de partido. En este caso hablamos de físicos y mentes privilegiadas, porque quien escribe estas líneas y más de un lector sabemos que tras una noche loca lo último que podemos hacer al día siguiente es correr noventa minutos detrás de un balón. O estás hecho un Miura o no puedes con tu alma. Pero a estos locos les daba igual. Contar con ellos en el equipo era aceptar que iban a darlo todo en el campo y en cualquier rincón de cualquier local nocturno. 
Pero no nos engañemos, estos futbolistas con fama de golfos no son los únicos que salen de noche a divertirse. ¿Usted con veinte o treinta años y el bolsillo lleno de dinero no sería un rey de la noche? Quizás el error que pagan los mal llamados golfos es que se dejan ver en lugares demasiado conocidos o que montan escándalos ideales para los paparazzi. Salir salen (casi) todos, pero solo unos privilegiados se cuelgan el cartel de farrista.
Así son algunos futbolistas, reyes en las canchas y reyes de copas en las pistas de baile. Que lo disfruten.

Esta ilustración la realicé con tinta y rotuladores a partir de una fotografía de Guti durante su etapa como futbolista en Turquía. Las sombras fuertes con rotuladores grises destacan al ser una fotografía nocturna con flash casi en la cara del protagonista. Con Adobe Photoshop retoqué el color y el contraste.

jueves, 17 de agosto de 2017

La pilota








La pilota, una historia basada en el amor de Josep Guardiola por la pelota. Escrita en catalán y con un final absurdo. Disfruten.

Para ilustrar la historia me basé en la película Trainspotting. Hice algunos montajes con Adobe Photoshop para las escenas y la pelota es una imagen fotocopiada, pintada a mano y escaneada, para darle el toque "sucio". La maquetación la realicé con Adobe InDesign.

jueves, 10 de agosto de 2017

We all live in a Robbie Fowler's house






Breve historia sobre el futbolista Robbie Fowler. Está basada en un cántico de los hinchas ingleses que hacían alusión a las propiedades inmobiliarias del fútbolistas y en la polémica celebración que simulaba aspirar la raya de cal.


jueves, 3 de agosto de 2017

Cuando las cosas se ponen duras...

Vinnie Jones, Eric Cantona y Luis Suárez
...los duros se ponen en marcha. Eso cantaba Billy Ocean y no le faltaba razón (el título original es When the going gets tough, the tough get going). El fútbol, ese hermoso deporte que nos apasiona a millones de personas, es un deporte duro. Si, aunque haya gente que ponga por delante al rugby o al kárate, el fútbol es duro. Muy duro. Se ha dicho de él que es un deporte de caballeros jugado por bestias (todo lo contrario que el rugby). 
Para ejemplificar lo dicho, puedo nombrar a Vinnie Jones, Eric Cantona y Luis Suárez. Tres bestias, cada cual a su manera. Tipos duros donde los haya. Duros como una roca.
El británico siguió repartiendo leña en las pantallas de cine una vez retirado del fútbol, en donde tiene el registro de más tarjetas rojas en la historia de la Premier League por detrás de Roy Keane (otro bestia). Tanto se metió en su papel que Hollywood dio con el tipo duro por excelencia para sus películas. Da miedo solo con mirarle a la cara.
Cantona casi no necesita carta de presentación. Hasta los menos futboleros han visto alguna vez la famosa patada del francés a un hooligan del Crystal Palace que no paraba de increparle desde la grada. Es lo que tiene jugar con fuego, uno acaba quemado. Pese a ser un futbolista técnicamente impecable, Eric era una persona muy volátil e impredecible. Otro que se ganó la fama a pulso. 
Del uruguayo, más contemporáneo que los otros dos, poco se puede añadir si se le conocen los antecedentes. Un auténtico señor del gol que mete dentro de las redes todos los balones que caza. Uno de los mejores delanteros que se recuerdan en mucho tiempo pero con una cabeza muy loca. A base de mordiscos ha sabido intimidar a propios y extraños. Ni siquiera un Mundial de fútbol ha podido con él, porque no dudó en morder a su rival Chiellini en un Uruguay-Italia del pasado Brasil '14 ante la vista de todo el mundo. En el Barcelona, su actual club, no dudaron ni un momento en recomendarle un psicólogo que consiguiese aplacar los ánimos del charrúa. No se si lo conseguirá.
Así son los tipos duros del fútbol, tipos que no dudan en plantar cara al que se le ponga por delante y que no se dejan intimidar por nada ni nadie. Hay quien piense que esta gente no debería formar parte del fútbol. Personalmente pienso que son uno más de los ingredientes que dan sabor a este deporte. Un deporte en el que cuando las cosas se ponen duras...

Para ilustrar estas piedras, recogidas en la playa de Moncofar (Castellón), comencé con lápiz muy cuidadosamente, ya que borrar en ellas dejaba muchas manchas. Con tinta y rotuladores fui perfilando cada ilustración. Para evitar que se corriese la tinta, les apliqué una capa de barniz acabado satinado de La Pajarita. Las piedras están a la venta en TicTail.