Cuando te toca la lotería y ni te lo esperabas...

A técnico nuevo, muchas ilusiones. Con la marcha de Nuno el aficionado valencianista se quitó (bueno, nos quitamos) un gran peso de encima. Un gran peso formado por la inexperiencia en los banquillos, un poco de soberbia, mala planificación y mal juego, entre muchos otros factores. En Mestalla estábamos un poco cansados de ver que el equipo no tiraba para adelante y de que además se cargase a ciertos jugadores con el "muerto". En un giro (iba a decir inesperado, pero no) de los acontecimientos, la "propiedad" decidió prescindir del portugués y, contra todo pronóstico, apostó por Gary Neville. Una leyenda del Manchester United pero con cero experiencia en el banquillo, tan solo como ayudante de Roy Hodgson en la selección inglesa. ¿Coincidencia? Gary es socio de Peter Lim, dueño de la "propiedad", en el modesto Salford City inglés, junto con su hermano Phil, Nicky Butt, Paul Scholes y Ryan Giggs. ¿Podría haber sido cualquiera de ellos dueño del banquillo del Valencia? No lo sé, pero da que pensar. ¿Será Neville la solución a la actual situación del equipo? Ojalá. De momento al inglés le ha tocado la lotería. ¡Suerte, Gary!

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Eu não posso dirigir...

Todo lo que comienza acaba algún día. Eso lo sabe Nuno Espírito Santo. El ya ex-entrenador del Valencia CF llegó un buen día del Río Ave portugués, donde había hecho una muy buena campaña. Su amigo y representante Jorge Mendes le encontró trabajo a orillas del Mediterráneo y no quiso desaprovechar esa lotería que le había tocado. Peter Lim le hizo el contrato de su vida. En su primer año se convirtió en la revelación de la liga española consiguiendo un récord de puntos consiguiendo entrar en la ansiada Champions League. Todo parecía ir viento en popa pero algo comenzó a ir mal. Entre lesiones y huidas la cosa comenzó a torcerse. Su "bombazo" Álvaro Negredo le salió rana y respondón. A la grada. Con él cayeron otros cabezas de turco. ¡Fuera! El equipo no ofrecía un buen juego y los resultados no acompañaban. ¡Que mal! La grada comenzó a no quererle. ¡Vete ya! Mestalla fue territorio hostil para él. La historia llegó a su fin. Él dijo que no es un "adiós" sino un "hasta pronto". ¿Fin?

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Xe, això ho pague jo, serà per diners!

El valenciano medio siempre ha sido un poco fanfarrón y chulo (no lo digo peyorativamente, Valencia es mi tierra de adopción). Dos de las expresiones que bien les definen son: "Això ho pague jo" (eso lo pago yo) y "Serà per diners" (Será por dinero). Lo dicho, muy especiales en ciertas cosas que les hacen únicos en España. Pues hasta aquí, a este rincón del mundo, vino a parar un singapurense (ya suena raro el gentilicio) con mucho, mucho, mucho dinero y pronto supo que presumir de dinero está muy bien visto por estos lares. Simplemente con presumir ya tienes a la gente de tu lado. Y don Peter Lim Eng Hock, con un patrimonio de más de 2.000 millones de dolares (muchas pesetas, señora), se ganó al valencianismo. Porque lo que hizo, de cara al sufrido aficionado ché, ha sido épico. Compró la mayoría de las acciones de nuestra querida Sociedad Anónima Deportiva (algo más del 70%) y prometió de todo: fichajes (alguno ha hecho, con mas errores que aciertos), títulos (nada de nada), y lo que haga falta. Hasta algún baño de masas se dio en Mestalla. De momento pocos frutos se han visto. Porque si, intenciones hay muchas, pero de eso no se vive. Porque eso es lo de menos, ¿no? "Serà per diners"!!!

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