jueves, 28 de abril de 2016

Sos el primer trabajador...

Mario Balotelli
Esta semana se celebra el Día Internacional de los Trabajadores. Cada primero de mayo, desde hace ya muchos años, miles de trabajadores reivindicamos nuestros, hoy en día, deteriorados derechos laborales. Una fecha simbólica que nos recuerda lo mucho que nos costó tener jornadas de 8 horas, vacaciones pagadas o el derecho a huelga, entre otros derechos.
No olvidemos que el futbolista, aunque a veces no lo parezca, es un trabajador más. No digo como tú y como yo porque en muchas ocasiones no lo es. Como bien dijo Juan Mata hace poco en una entrevista, el futbolista "cobra una burrada". Y ya no es tanto lo que cobra sino la vida que lleva gracias a lo que cobra (hay un refrán en Argentina que dice que la culpa no es del chancho sino del que le da de comer). Un claro ejemplo de esto que digo es Mario Balotelli. De origen humilde y adoptado por una familia italiana, éste muchacho de físico portentoso, además de jugar al fútbol (y no cobrar poco por ello), es casi más conocido por sus juergas y correrías fuera del rectángulo de juego. Además de aventuras con actrices porno, incendiar su casa, pelearse con compañeros y no entrenar porque "no le hace falta", llegó a decir que estaba al mismo nivel que Messi. Eso menos jugar, porque en los últimos equipos en donde ha estado han acabado muy pronto hartos de él.
Todo un ejemplo de trabajador como la copa de un pino. Como dice la marcha peronista, "¡¡¡...Sos el primer trabajador!!!".

jueves, 21 de abril de 2016

Un jugador muy perro

El Perro, de Juego de Tronos, se pasa al fútbol
A (casi) todos los amantes del fútbol nos enamora el "jogo bonito". ¿Quien no ha disfrutado viendo hacer magia a, por ejemplo, Ronaldinho, Xavi, Maradona o Messi? Son aquellos jugadores por los que uno paga la entrada con muchísimo gusto. La magia del fútbol. ¡Que bonito! Pero para que estos jugadores puedan lucirse en el campo, alguien debe hacer el trabajo sucio. Y alguien debe anular la magia de estos jugadores (sobre todo si juegan contra tu equipo, claro). Por eso, y coincidiendo con el estreno de la nueva temporada de "Juego de Tronos", hoy quiero hacer un homenaje al "perro", al jugador correoso pero necesario. Al malo de la película. Es el jugador que no solo no se lleva ningún mérito deportivo sino que es al que le llueven todos palos, sobre todo de la prensa. Es el duro. Carboni, Gatusso, Pepe, Ballesteros oVinnie Jones eran duros pero necesarios en cualquier equipo. Por lo menos en el mío. Si, yo quiero magos en mi equipo, pero también quiero un jugador "perro". O varios. 

jueves, 14 de abril de 2016

El señor Rinaldi

El mundo del fútbol tiene mala memoria. Endiosa en un santiamén y demoniza con la misma velocidad a cualquier personaje del mundillo. Y se olvida muy fácilmente. En 1997, el entonces presidente del Valencia, Paco Roig, presentó al "Señor Rinaldi" como nuevo entrenador del equipo. Decía Paco que ya sabía que un romano vendría a salvar Valencia o algo parecido. El Sr. Roig desvariaba tanto que resulta difícil recordar todas las cosas que dijo mientras fue presidente del club. El caso es que Claudio Ranieri (el Sr. Rinaldi) llegó sin hacer ruido y se marchó por la puerta grande (por lo menos en su primera etapa en el club). Con una plantilla en la que destacaban el "Piojo" López, Amedeo Carboni o Gaizka Mendieta, el míster logró imponer un sistema de juego y sacar todo el provecho a sus jugadores (lo cual demuestra que un equipo se hace con hombres y no con nombres). Hizo de aquel modesto equipo un equipo campeón. Ganó la Copa del Rey, plantó cara a Real Madrid y Barcelona y supo cambiar la mentalidad del equipo. En Valencia se le sigue queriendo mucho. Como todo llega a su fin, tras dos temporadas en el club, Claudio partió hacia otras tierras. Dirigió al Atlético de Madrid, Chelsea e Internazionale de Milano entre otros. Cuando su carrera parecía acabada y nadie se acordaba de él, llegó al modesto Leicester inglés. El señor Rinaldi está a punto de hacer historia. Se lo merece.

jueves, 7 de abril de 2016

Zoolander futbolista

David Beckham
Se mira en el espejo, se arregla el pelo (muy engominado), tiene las cejas depiladas, se coloca varios pendientes, se perfila la barba, se perfuma con una esencia cara y exclusiva, ensaya la mirada, se repasa los tatuajes y se sube el cuello del polo. Ahora saldrá al escenario. Será una de las 22 estrellas del show, le enfocarán las cámaras, le harán fotos, repetirán sus movimientos en más de 100 países y sus fans gritarán como locos si se rasca la nariz. Así son las estrellas de hoy en día, no cantan ni actúan. Son futbolistas, como el David Beckham de la ilustración. Son estrellas mediáticas más pendientes de su imagen que de jugar. No siempre pero casi. Últimamente, cuando veo un partido, me pregunto si sería capaz de encontrar un jugador sin tatuajes (por ejemplo). No lo critico, pero pienso que al final estas estrellas son como Zoolander (aquel personaje creado por Ben Stiller), más pendientes de salir guapos en la foto que de jugar. No se embarran la camiseta, no quieren partirse la cara por su equipo, se tapan la boca cuando hablan, ponen caritas en cada jugada y cuando marcan gol ya no corren a abrazarse con sus hinchas, sino que cogen la primera cámara de televisión que pillan y se abrazan a ella. Ya no vas a la cancha a ver un futbolista, vas a ver a Zoolander futbolista.