lunes, 26 de octubre de 2015

A' Carogna

Gennaro di Tommaso

¿Si naciste en Nápoles como te iban a llamar? Pues claro, Gennaro. Así llamaron a este chico, siguiendo la fiel tradición napolitana (hubiese sido Vicente en Valencia, por ejemplo). "Il piccolo Gennaro" no pudo sino hacerse hincha del Napoli, lo cual le hubiese pasado a cualquier niño napolitano. Allí, donde el fútbol es una religión y vieron pasar a D10S en su cancha, este chico quedó prendado por la pasión y locura que se respira en el San Paolo. A' Carogna (Carroña en español, no se porque el mote pero puedo intuirlo) se fue haciendo un huequito en las gradas del estadio hasta convertirse en un líder de la hinchada (hay quien les llama "Ultras"). Este hijo de camorrista (no lo digo yo, está documentado) no solo ha llegado a controlar a sus "tifosi" sino que intervino en el Olímpico de Roma hablando con el capitán de su equipo (el eslovaco Hamsik) para decidir si se jugaba esa final de Copa Italia entre su equipo y la Fiorentina. ¡Una locura!
Hoy Di Tommaso cumple arresto domiciliario por unos incidentes extra deportivos y tiene una suspensión para entrar en recintos deportivos. Se puede ser hincha, pero no tanto. ¡Te pasaste, Genny!

lunes, 19 de octubre de 2015

¿Y a vos quien te conoce?

Luis Alberto Landaburu

Hay jugadores que llegan a ser famosos. Ricos y famosos. Los ves hasta en la sopa, se convierten en referentes para los niños y son idolatrados. Muchos llegan a eso pero hay muchos otros que no. 
Hay tipos que juegan al fútbol, sin más. Tipos que cada partido salen a dar lo mejor de sí. Luchan, se cabrean, sangran, festejan. Pero saben que nunca llegarán a ser portada de revista. Nunca serán esos jugadores que son la imagen de un producto. Nunca verán a los niños con su nombre impreso en la espalda.
Pero déjenme decirles algo: esos tipos son los que hacen el equipo. Son los que se parten la cara por su equipo y luchan hasta el final sabiendo que tan solo un puñado de hinchas, con suerte, se lo agradecerán. 
En la ilustración de ésta semana ilustro a Luis Alberto Francisco Landaburu. Este arquero vivió a la sombra de un gran jugador, Ubaldo Matildo Fillol. Ser arquero suplente de un mito te convierte en eso, en un semi desconocido. En un jugador en la sombra. En un tipo al que nadie ve y nadie conoce. Alguien que solo está deseando jugar al fútbol. No quiere fama, solo quiere jugar. Y le da igual que, saliendo del vestuario, alguien buscando un autógrafo le esquive y le diga "¿Y a vos quien te conoce?".

lunes, 12 de octubre de 2015

Queremos un hijo tuyo

Miguel Angel Angulo
Para mi él fue uno de los mejores jugadores que tuvo el Valencia en su momento. El tipo te jugaba de lateral derecho, media punta y delantero y lo hacía bien. 43 goles llegó a marcar con el equipo Ché. Como se suele decir en el mundo futbolero: "Cumplía". Y tanto que lo hacía que un buen día el Arsenal (si, si, el de Londres, el bueno, no lo confunda con el de Sarandí) vino a por él. Imagine, Highbury lleno de chicas londinenses suspirando por el Adonis asturiano. Como locas esperando a que Angulo hiciera alguna de las suyas para arrojarle sus sujetadores y bragas.
Por desgracia, esto solo ocurrió en sus sueños, porque el bueno de Miguel Angel se rajó a último momento (llegó a pasar la revisión médica en Londres) y juró fidelidad al Valencia, aunque al final de su carrera paseó unos meses por el Sporting de Lisboa.
Como mancha en su trayectoria deportiva, la temporada en la sombra que tuvo que pasar apartado del equipo (junto a Albelda y Cañizares) por decisión del entonces entrenador Ronald Koeman.
Si, el tipo era feo como la concha de su madre, pero de estos jugadores, en mi equipo, quiero siempre uno. Garra, lucha, entrega y coraje en cada partido. Te queremos, Miguel Ángel.


lunes, 5 de octubre de 2015

Más vale pájaro en mano...

José Horacio Basualdo y Claudio Caniggia

El 3 de julio de 1990 quedará en la memoria de muchos hinchas. Sobre todo de los argentinos...y de los italianos. Llegaban las semifinales del Mundial e Italia era uno de los equipos favoritos. ¡Jugaban en casa! Su rival antes de llegar a la final ("su" final en Roma) era una Argentina venida a menos comparada con aquella de 1986. Destacaba Maradona y poco más. Además, Italia tenía a "Toto" Schillaci que abrió el marcador en el minuto 17. La cosa pintaba bien para la casa. El público rugía y se volvía loco de alegría porque el partido ya estaba ganado. Hasta que en el minuto 67 Maradona abrió la pelota para el "Vasco" Olarticoechea, éste centró para que apareciera el "Pájaro" Caniggia y suavemente de cabeza metiera el empate. El festejo, de locos. Caniggia colgado al "Pepe" Basualdo y Maradona celebrando en "su" casa, en Nápoles. Una locura. La definición en la tanda de penales favoreció a Argentina, que se plantaba en la final. Aunque esa fue otra historia.