jueves, 30 de marzo de 2017

Elegir entre Papá o Mamá


Ser un niño es disfrutar, vivir cada día como una nueva experiencia y descubrir el mundo en cada detalle que te rodea. Ser niño en si es de los mejores recuerdos que uno tiene. No se en que momento de mi infancia exactamente comencé a amar el fútbol pero se que ese flechazo fue inmediato. Me quedaba absorto viendo partidos de fútbol callejero, por la televisión o en la "popular" de la cancha. Me enganchaba en todos los sentidos. Y como todo niño que ama el fútbol, comencé a descubrir a mis primeros ídolos, que por suerte eran muchos. Y como niño tuve el privilegio de disfrutar de la época dorada del mejor de todos los tiempos, Diego Armando Maradona. ¿El mejor? Bueno, al menos para mi que pude verlo en directo y que grité como loco cada uno de sus goles y triunfos. Ya por aquellos años había quien afirmaba, incluso en Argentina, que el mejor futbolista de todos los tiempos no había nacido en Villa Fiorito, sino en Tres Coraçoes, a más de 2000 kilómetros al norte de esa localidad bonaerense. Estaban hablando, efectivamente, del gran Edson Arantes do Nascimento, más conocido como Pelé.
La polémica estaba (y sigue estando) servida. Unos decían que Pelé era un auténtico mago del balón que hacía bailar al resto del equipo al compás que él marcaba. Otros decían que jugando con diez leyendas a su lado era fácil destacar, que así cualquiera. Hay quien defiende a Maradona afirmando (y razón no les falta) que si pudo sacar campeona del mundo a Argentina en México '86 jugando al lado de 10 ladrillos era una señal inequívoca de que él era el elegido.
Y los hay aún más atrevidos que osan poner por encima de los dos más grandes a Messi o Cristiano Ronaldo sin inmutarse. A eso si que les digo que jugando acompañados de esas estrellas hasta yo jugaría bien. Y eso ya es decir demasiado. ¡Un poco de cordura, por favor!
En cualquier caso, el trono del fútbol mundial está en disputa entre estos dos monstruos. Pero es difícil elegir. No se puede elegir entre papá o mamá.

Ilustraciones hechas en lápiz y por separado. Tras el entintado y escaneado, las perfilé y coloreé en Adobe Illustrator. Los rótulos que aparecen al pie de cada uno de los jugadores están puestos también con ordenador. Utilizando Adobe Photoshop uní las imágenes en una sola.

jueves, 23 de marzo de 2017

The Fresh Prince of Las Palmas

Kevin-Prince Boateng
“Gasté todo mi dinero en coches, discotecas y amigos que en realidad no lo eran”.
Parece una frase del mismísimo George Best arrepentido, en un momento de flojera mental. La frase la pronunció, sin embargo, el ghanés (aunque nacido en Alemania) Kevin-Prince Boateng.
Boateng es uno de tantos jugadores díscolos y rebeldes que aparecen por el panorama futbolístico cada cierto tiempo. Son chicos indisciplinados que no saben asimilar la fama o el dinero, o quizás la peligrosa mezcla de ambas. Como se suele decir, es difícil saber llevar esa mezcla explosiva con discreción y perfil bajo. Ni siquiera usted, querido lector, sabría como llevarlo bien (si es que puede hacerse de esa manera, claro).
El bueno de Kevin-Prince parece haberse dado cuenta de ello en la madurez de su carrera, con los 30 recién cumplidos. Tarde pero seguro, como dice el refrán. 
El ghanés tuvo que salir adelante en los duros suburbios de su Berlín natal, pasando por equipos como el Hertha Berlín, el Tottenham inglés o el Milán, hasta recalar en la isla de Gran Canaria. Jugando en Las Palmas parece haber encontrado su sitio, en donde fue recibido como toda una estrella, a lo grande (y en donde triunfa, todo sea dicho).
Atrás quedaba esa triste imagen del jugador fumando y bebiendo cerveza a la espera de un control anti doping en Alemania o aquella expulsión de la selección de Ghana por indisciplina. El bueno de Boateng se ha enderezado y ya es un chico bueno. ¿O no?
Bueno, con estos Romario, Gascoigne, Maradona o Cassano nunca se sabe, el niño rebelde que llevan dentro amenaza con asomar en cualquier momento. Por lo pronto, Boateng se ha asentado como "The Fresh Prince of Las Palmas". 

Ilustración hecha con acuarelas. Las manchas de la cara y el cabello las hice primero para luego detallar con lápiz y tinta las facciones y algo de pelo, así como su tatuaje en el cuello. El sombreado está hecho con rotuladores. El retoque de color está hecho con Adobe Photoshop.


jueves, 16 de marzo de 2017

Me dicen el Matador

Mario Alberto Kempes
Esta semana un grande del fútbol español y europeo está de celebración. Aunque sus últimos años no están siendo los mejores para la entidad, el Valencia Club de Fútbol se ha ganado durante estos casi cien años de historia un lugar en el corazón de quienes amamos este deporte.
¿Quien puede olvidar a grandes plantillas, jugadores y entrenadores que han defendido estos colores? No me diga que no le suenan nombres como Di Stéfano, Zubizarreta, Ranieri, Villa o Mundo. Gente que ha sabido ganarse a la muy difícil grada de Mestalla a base de garra y entrega. Afición muy criticada en las últimas temporadas por su supuesta falta de apoyo a un equipo que ha tenido altibajos (más bajos que altos) en los últimos años. Pese a señalar a jugadores que no han dado ni dan la talla para vestir los colores del Valencia, son muchos más los jugadores que pueden decir que con entrega y sudor, la afición siempre estará de su lado.
Las leyendas de este gran club se han ganado la admiración y respeto dentro y fuera del campo. Mario Alberto Kempes, una de las "vacas sagradas" de la historia del club, es un ejemplo de ello. Como jugador lo dio todo, era pura garra, potencia y gol. Tuvo un fugaz paso por el banquillo de Mestalla en aquella famosa dupla con el uruguayo Héctor Núñez (era su segundo, pero sufría como el que más) y llegó a ser embajador del club. Los actuales gestores del club, en un acto insólito tras no digerir unas merecidas críticas por parte del "Matador", decidieron prescindir de la figura de Kempes como embajador. Pese a todo, el amor del argentino por el Valencia es incondicional. Como muchos otros ex-jugadores, no pierde ocasión de ofrecerse para ayudar al club de sus amores de todas las maneras posibles. Hombre de club.
Esa es la huella que deja un club casi centenario en el corazón de la gente que tiene el orgullo de defender sus colores. ¿Grada crítica? Más bien exigente, diría yo, porque sabe que sus jugadores pueden conseguir cosas importantes si se lo proponen. ¿O acaso aquel famoso Valencia de Benítez era un crisol de estrellas? No se trata de tener nombres en el club, sino de hombres. Gente implicada como El Matador, don Mario Alberto Kempes. Amunt!

Ilustración hecha con portaminas de 0'5 mm. y pasada a tinta. Escaneada y trabajada con Adobe Illustrator. Las letras de "Matador" fueron añadidas para crear una composición en homenaje al jugador.

jueves, 9 de marzo de 2017

El alumno aventajado

Eduardo Berizzo y Marcelo Bielsa
Siempre se ha dicho que para poder llegar lejos en cualquier campo o actividad es bueno (y muy necesario) tener un mentor. Según la Real Academia Español, un mentor es un "Consejero o guía". Se supone, entonces, que un mentor es alguien que ha recorrido tu camino y que puede enseñarte cosas que quizás tú mismo no podrías aprender por tu cuenta (o te costaría muchísimo hacerlo). En base a su experiencia vivida, el mentor está a tu lado para facilitarte las cosas. Esto, claro está, se aplica a todas las facetas de la vida. Y el fútbol, por supuesto, no iba a ser una excepción. 
En el deporte rey hay mentores dentro y fuera de la cancha. Hay jugadores veteranos que "apadrinan" a jóvenes dispuestos a comerse el mundo y entrenadores que velan por sus pupilos aconsejando lo mejor para ellos. 
Hoy en el blog hablamos de Marcelo Bielsa y uno de sus discípulos más conocidos en la liga española, Eduardo "Toto" Berizzo. La mayoría de mis recuerdos futboleros de niños ocurrieron en la cancha de River Plate pero había un equipo que siempre me hacía gracia por su juego y por su política de exprimir al máximo su cantera: Newell's Old Boys. Recuerdo de aquel equipo muy buenos jugadores como Abel Balbo, Mauricio Pochettino, el "Tata" Martino o Eduardo Berizzo. Y su director de orquesta era un tipo que ya entonces era apodado el "Loco" por su revolucionaria manera de organizar y controlar al equipo. Recuerdo ir con mi hermano a la cancha de Platense para ver la "vuelta olímpica" de Newell's en el '92. La gente estaba eufórica por el título de liga conseguido y por lo que había conseguido aquel loco. Y como leí en una reciente entrevista a Pochettino (hoy un exitoso entrenador), "Bielsa marcó a toda una generación". Y añado, dentro y fuera de la cancha. 
Hay quien se muestra un tanto crítico con su manera de dirigir y sus excéntricos métodos (su punto de locura es imprevisible) y hay quien va más allá diciendo que será todo lo loco que quiera pero que títulos ha ganado pocos. Y puede que sea cierto, pero también lo es que algo tiene que tener Marcelo para haber influido tanto en otros entrenadores que han ido tomando su relevo. 
Eduardo Berizzo, que ya lleva tres temporadas al frente del Celta de Vigo, ha sabido ganarse el respeto de su equipo y del resto de la liga aplicando el "método Bielsa", siendo muy meticuloso en la labor de cada jugador, juego ofensivo y mucho toque de balón. Se nota su influencia, ya que en el caso de el "Toto", tuvo la suerte de tenerle como entrenador y compartir banquillos como ayudante suyo.
Para los amantes del fútbol espectáculo (no resultadista, para entendernos) es un placer que existan entrenadores influenciados por don Marcelo. Y que vengan muchos más. 

Ilustración hecha con Adobe Illustrator tras el escaneado de un boceto a lápiz. La composición está tomada de una fotografía de ambos entrenadores. El símbolo de peligro biológico colocado en la ropa de Bielsa enfatiza su fama de loco. Con líneas punteadas jugué a dirigir la mirada de ambos.

jueves, 2 de marzo de 2017

Born in the USA

Clint Dempsey
Soy un loco del fútbol. Por eso existe este blog y por eso no paro de dibujar y dibujar todo lo que le rodea. Me apasiona. Me encanta. El fútbol, dicen, es el deporte rey pero no en todo el mundo. Hay deportes que a los futboleros nos suenan a chino mandarín pero que tienen más deportistas y audiencia de lo que nunca podríamos imaginar. Sirva como ejemplo el fútbol australiano en su país de origen, el tenis de mesa en China o el esquí en Suiza. ¿Y en Estados Unidos, que pasa allí? Allí todos sabemos que el pastel de los deportes se reparte entre el fútbol americano, el baloncesto y el béisbol. Pero poco a poco el fútbol (el soccer, que le llaman por aquellas tierras) va ganando terreno. Quien sabe si por la influencia de la población latina, por la novedad o simplemente por moda, el caso es que poco a poco el fútbol en EEUU da mucho de que hablar.
Tuvo, hace años, una etapa dorada con jugadores míticos en las filas de los equipos de la desaparecida North American Soccer League que existió entre 1968 y 1984. Por allí pasaron estrellas como Johan Cruyff, George Best, Pelé o Beckenbauer. Diversos motivos, sobre todo económicos, llevaron a su desaparición. Parecía que el sueño se esfumaba para siempre.
Pero en los años 90 el fútbol en los EEUU tuvo otro momento de auge con la organización del Mundial de 1994. Parecía que el soccer volvía con fuerza y de hecho se creó una nueva liga, la Major League Soccer, que era un requisito impuesto por la FIFA para organizar el evento (aunque comenzó en 1996). 
Poco a poco la selección yankee se iba haciendo más y más fuerte porque ya no solo se encomendaban a estrellas europeas o latinoamericanas sino que se preocupaban por formar a jóvenes talentos del país. 
Pese a todo muchos futbolistas foráneos han pasado por sus filas como una forma de reforzar la liga y aportar talento y cartel a sus equipos: David Villa, David Beckham o Andrea Pirlo son alguno de los que han pasado últimamente por allí. 
Pero también hay talento local. Recuerdo de niño ver a tipos como Alexi Lalas o Tony Meola a un altísimo nivel y sorprendiendo a más de uno que no daba un céntimo por ellos. Y actualmente han tomado el relevo jugadores como Chris Wondolowski, Landon Donovan o el que ilustra el artículo, el tejano Clint Dempsey.
Por todo esto y por lo que está por venir, confío en que EEUU va a aportar mucho y de gran calidad al mundo del fútbol. In soccer we trust.

Ilustración basada en una fotografía del futbolista. Hecha a lápiz en tamaño A3, escaneada y trabajada en Adobe Illustrator. Los trazos de las líneas y el sombreado los retoqué con la aplicación para darles un toque más realista. El coloreado también lo hice con Adobe Illustrator. Las letras del balón las coloqué para darle un toque humorístico a la ilustración.