No, el Diablo no viste de Prada. Viste de corto y da gusto verle. Y tiene nombre y apellido: Marco Antonio Etcheverry Vargas. Nació ya hace 46 años en Santa Cruz, Bolivia. Dejó de jugar de manera profesional hace ya unos años tras haber jugado en equipos como el Albacete, Bolívar o DC United.
Dicen de él que, cuando fue a jugar a Europa, le pudo la fama y su rendimiento no fue el mejor, que su estado de forma cayó en picado. Calidad le sobraba. Prueba de ello es que está considerado uno de los mejores jugadores de la historia de la Major League Soccer (la liga de fútbol de los EEUU) y es uno de los 10 jugadores que más partidos ha jugado con la selección boliviana.
Quizás por ser del país que es, sin tantísima tradición futbolística, el Diablo no fue considerado una estrella como tal. Tuvo que trabajarse mucho su fama y tuvo momentos de gloria. El que más recuerdo fue durante las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de fútbol de EEUU '94. Esa fase de clasificación fue un hito para el fútbol boliviano (no se clasificaban a un Mundial por primera vez, ya lo había hecho en 1930). El hecho destacado de aquella fase fue el triunfo sobre Brasil. Si, jugaban en la altura de La Paz pero era el primer partido que perdía Brasil en una fase de clasificación a un Mundial. Un auténtico partidazo en el que nuestro protagonista participó con un gol. El fútbol mundial se rendía a sus pies y a los de aquel equipo por el que nadie daba nada (Xabier Azkargorta tuvo el honor de dirigir aquel equipo mítico). En el mundial los bolivianos cayeron rápido, ¡pero que les quiten lo bailado!
En el 2004 y tras una dilatada carrera profesional, Marco Antonio colgó los botines. Sigue ligado al mundo del fútbol. El que le dio tanta fama y alegrías. Como aquella tarde del mes de julio de 1993 contra la invencible y todopoderosa Brasil.
La ilustración forma parte de una serie que realicé sobre los mejores jugadores de la MLS. Fue realizada a lápiz y tinta, escaneada y coloreada en Adobe Illustrator. El rojo de la camiseta es por el DC United y por ser el diablo, claro.
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