jueves, 24 de agosto de 2017

Rey de Copas

Guti
El fútbol, como muchas otras áreas de trabajo, se ha ido profesionalizando en muchos países. Aunque sigue siendo un hobby y hay quienes lo practican de manera esporádica y a nivel amateur, hay gente que ha hecho del fútbol su profesión. Es todo un privilegio el poder practicar el deporte que te gusta y que además te paguen por ello. Está claro que no todos los profesionales son igual de buenos ni cobran lo mismo, como en cualquier otro trabajo. Pero los privilegiados que están en el grupo de los muy bien pagados son quizás a los que más miramos con lupa, intentado encontrar la perfección en ellos. Queremos y exigimos que sean profesionales desde que se despiertan. Entendemos que alguien que vive de su cuerpo y de su (supuesta) buena forma física debe de hacer todo lo posible por mantenerse en forma. Somos hinchas y tenemos el derecho (y el deber, que diría Homer Simpson) de criticarles y echarles en cara cualquier conducta inapropiada. Ejemplos hay y muchos. 
Romario, Maradona, Ronaldinho, Cassano, Parejo o Guti forman parte de ese grupo de futbolistas golfos, noctámbulos y, en algún que otro caso, mujeriegos. Tipos frecuentes en los bares y discotecas de su ciudad de acogida temporal, han sabido montarse juergas de las buenas con el riesgo que supone para su buen estado de forma. Aún así, han habido jugadores, como Romario, que reconocían abiertamente que sin su noche de farra no podían rendir bien el día de partido. En este caso hablamos de físicos y mentes privilegiadas, porque quien escribe estas líneas y más de un lector sabemos que tras una noche loca lo último que podemos hacer al día siguiente es correr noventa minutos detrás de un balón. O estás hecho un Miura o no puedes con tu alma. Pero a estos locos les daba igual. Contar con ellos en el equipo era aceptar que iban a darlo todo en el campo y en cualquier rincón de cualquier local nocturno. 
Pero no nos engañemos, estos futbolistas con fama de golfos no son los únicos que salen de noche a divertirse. ¿Usted con veinte o treinta años y el bolsillo lleno de dinero no sería un rey de la noche? Quizás el error que pagan los mal llamados golfos es que se dejan ver en lugares demasiado conocidos o que montan escándalos ideales para los paparazzi. Salir salen (casi) todos, pero solo unos privilegiados se cuelgan el cartel de farrista.
Así son algunos futbolistas, reyes en las canchas y reyes de copas en las pistas de baile. Que lo disfruten.

Esta ilustración la realicé con tinta y rotuladores a partir de una fotografía de Guti durante su etapa como futbolista en Turquía. Las sombras fuertes con rotuladores grises destacan al ser una fotografía nocturna con flash casi en la cara del protagonista. Con Adobe Photoshop retoqué el color y el contraste.

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