Evasión o victoria (Victory, en el original) es una película de culto del cine en general y del cine futbolero (si es que existe tal género) en particular. Es esa película que todos (los de mi edad, mas o menos) hemos visto en alguna ocasión y que incluso al verla en la televisión al hacer zapping nos hemos parado a verla porque engancha. La hemos visto entera o a pedazos. Además del excepcional reparto en el que figura Sylvester Stallone, Michael Caine o Max Von Sydow podemos deleitarnos con grandes futbolistas (y peores actores) de la talla de Pelé, el pitón Ardiles o Bobby Moore. Canela en rama, que se diría.
El film está basado en una historia real de un partido que tuvo lugar en la Ucrania ocupada por los nazis y en el que el equipo "local" de ex-futbolistas ucranianos, pese a ser advertidos de las fatales consecuencias que tendría una victoria suya, se enfrenta a un combinado de alemanes nazis en un campo de concentración. En resumidas cuentas, los prisioneros le echan un par de narices y no solo ganan, sino que bailan a sus verdugos contra todo pronóstico.
¿Quien no puede sentir algo de empatía con estos prisioneros? ¿Quien no siente un cosquilleo en el cuerpo cuando el pez pequeño se come al grande? ¿Porque estamos deseando que el equipo pequeño y débil le de una lección al grande y poderoso? Forma parte de la cultura futbolera, queremos ver a nuestro equipo batir al rival todopoderoso. Al precio que sea. En el caso de la liga española podría decirse que la historia es esa desde que comenzó la liga allá por el año 1929. Si no eres del Barcelona o del Madrid, estás deseando que llegue el partido deseado y ver como tu equipo se parte la cara para llevarse no solo los tres puntos, sino el orgullo y reconocimiento por haber batido al favorito. Es el gustazo de la temporada. Y así pasa en todas las ligas y grandes torneos. Incluso si el perdedor es tu equipo, llegas a sentir algo de simpatía por esos once tipos que han peleado hasta el final para ganar.
Ejemplos hay muchos. ¿Recuerdan aquella victoria de Camerún contra la campeona mundial Argentina en Italia 90? ¿O aquella del Deportivo en el Bernabéu contra el Real Madrid en la famosa final de Copa del Rey del centenariazo? ¿Quizás el reciente 1 a 7 de Alemania ante la local y favorita Brasil en el pasado Mundial?
Por suerte han habido y habrán partidos en donde el favorito cae. Y lo hace porque el rival débil ha sabido escoger entre Evasión o Victoria.
Esta ilustración está hecha 100% a mano. Basada en un fotograma de la película, primero utilicé portaminas Staedler de 0'5 mm para luego perfilarla con Faber-Castell y colorearla con rotuladores Promarker. El sombreado fue hecho también con rotuladores. Para corregir el tono y la saturación utilicé Adobe Photoshop.
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